Jesucristo es el Hijo de Dios. Él es el Hijo Unigénito de nuestro padre celestial en la carne. Él es nuestro Redentor. Por medio de Jesucristo, nuestro Padre Celestial ha proporcionado el medio para que todas las personas se acerquen a Él y regresen a vivir con Él para siempre. Amamos a Cristo. Adoramos a Cristo. Él es nuestro ejemplo y nuestro Salvador.
Amamos a Cristo. Adoramos a Cristo. Él es nuestro ejemplo y nuestro Salvador.
Él está a la puerta, pero tenemos nosotros que abrirla y le permite entrar en nuestras vidas. La oración y la meditación son las llaves que nos permiten abrir la puerta.
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él; y cenaré con él, y él conmigo.” El Apocalipsis 3:2
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